


כרטיס ברכה

Invitando a las Alumnas de Sec al Yom Iyun
Yom Iyun

Gracias Mamás por Acompañarnos en este Hermoso Momento de Tefilá y Conexión con Hashem, y al Comité de Madres por un Evento Inolvidable
Shirá Cantos que llenan a nuestras talmidot con simjá

La mitzvá de hafrashat jalá tiene un propósito especial, unir entre los cohanim y Bnei Israel , es una mitzva especial que se cuidaba desde que la persona tenía que cuidar su tahara para también cuidarla para el cohen .
Nos enseña el poder y la fuerza de unión entre am israel.
En estos tiempos de מלחמה – quién diría , hace un año nos reunimos para pedir por los jayalim y por todo am israel.
Y seguimos acá- Hashem – אבינו מלכנו,
Porfavor cuida nuestra unión , nosotros la cuidaremos también. Cuida a todo am israel queremos ver la ישועה. Tenemos Bitajon que esto es el proceso de la גאולה y por eso mismo fortalecemos nuestra emuna,
הבוטח ב״ה חסד יסובבנו
Cuando el בטחון está חקוק- inculcado y grabado en el corazón del Yehudi,
Un bitajon completo en que nos sellará Hashem en el ספר החיים y nos llenará de ברכות, hace que la חתימה sea dependiente en el בטחון y así se convierte en la ruta para el sello de nuestro maravilloso año con la ayuda de Hashem.
Así mismo ese bitajon lo tenemos para el jinuj de nuestros hijos
בטחון שאין מעצר להושיע!
Querida familia Toiras, que Hashem nos ilumine para transmitir el bitajon a nuestros hijos ya que es la base, es el todo lo que nos ayudará a sobrepasar estos tiempos difíciles que am Israel estamos atravesando
Le pido a Hashem que por el zejut de esta unión con bitajon shelema tengamos zejut לביאת המשיח צדקנו במהרה בימינו אמן
Gracias por acompañarnos.
Dirección Beis Yaacov Toiras Eliahu
M.Feigui Kurson


Las alumnas de 6to grado trabajando ángulos y construcción de polígonos regulares e irregulares con distintas figuras.


Las alumnas de 1er grado trazan letras en arena para ejercitar el trazo y la consolidación de las letras en cuanto a la direccionalidad. Se toma en cuenta la postura y la fonética para la dirección de la letra, así el cerebro asocia la letra con su sonido.

Las alumnas de diversos grados trabajan en Educación Física el desarrollo de la coordinación ojo-mano.

Los simulacros escolares son una herramienta fundamental para preparar a los estudiantes, docentes y personal administrativo ante posibles emergencias, principalmente sismos.
Su importancia radica en:
* Concientización: Ayudan a generar una cultura de prevención y seguridad en la comunidad escolar, haciendo que todos sean conscientes de los riesgos y de la importancia de actuar de manera rápida y ordenada en caso de emergencia.
* Preparación: Permiten poner en práctica los planes de emergencia de la escuela, identificar posibles fallas y ajustar los protocolos para mejorar la respuesta ante un evento real.
* Evacuación: Los simulacros permiten ensayar las rutas de evacuación, los puntos de reunión y los tiempos de evacuación, garantizando que todos sepan cómo actuar en caso de necesitar salir del edificio rápidamente.
* Coordinación: Fomentan la coordinación entre los diferentes actores de la comunidad escolar, como docentes, estudiantes, personal administrativo y servicios de emergencia, lo cual es esencial para una respuesta efectiva ante cualquier emergencia.
* Reducción de riesgos: Al identificar y corregir posibles fallas en los planes de emergencia, los simulacros contribuyen a reducir los riesgos y las consecuencias de un evento real.
* Confianza: Los simulacros ayudan a generar confianza en las capacidades de respuesta de la escuela, lo que reduce el miedo y la ansiedad en caso de una emergencia real.




Con motivo de cumplirse un año del mayor ataque a judíos desde los tiempos de la Shoá, y con el objetivo de concientizar a nuestras talmidot y ayudarlas a entender el marco histórico de la judeofobia, llevamos a cabo un día de actividades especiales que les brindó un espacio seguro para aprender, expresar sus emociones y compartir sus preocupaciones sobre el tema.
- Clase sobre judeofobia
- Espacio de reflexión personal
- Actividad de expresión artística

Las bajurot aprenden operaciones con fracciones de forma dinámica a través de un divertido rally matemático. Este tipo de actividades no solo las ayuda a aprender, sino que también fomenta una aproximación a la asignatura sin miedo ni estrés.

Nuestras talmidot consolidan habilidades motoras gruesas y comienzan a comprender las implicaciones físicas y los beneficios generales de ejercitarse.

Esta semana compartimos con ustedes información que puede servir de base para dar seguimiento al tema que se abordó esta semana y reflexionar en familia.
De la persecución a la redención
Am Israel ha sido objeto de odio desde tiempos remotos. Cuando un miembro de un grupo minoritario es etiquetado con algún prejuicio o acusación resalta doblemente: primero porque las minorías se notan más como tales, y segundo porque todo lo que tenga connotación negativa también es más recordado. Desde que el mundo es mundo, han existido los prejuicios contra grupos. En general, uno no es consciente de ello.
Dentro de los varios prejuicios que hay, hoy, dadas las circunstancias mundiales y como una necesidad educativa, enfocaremos nuestra atención en uno: el antijudío. Y empezaremos con una aclaración terminológica. El odio contra los judíos, hasta el año 1879, había causado estragos, pero curiosamente no tenía nombre. En esa época dos términos fueron acuñados para definirlo: antisemitismo y judeofobia. El primero se difundió mucho más, aunque es equívoco, e incluso confunde, porque en realidad no tiene nada que ver con los “semitas”.
Por varios motivos adicionales es mejor “judeofobia”. Uno de ellos es que el prefijo anti combinado con el sufijo ismo sugiere una opinión que viene a oponerse a otra opinión, como en antimercantilismo, antidarwinismo o antiliberalismo. Pero la judeofobia no es una opinión, no es una idea. Es odio, y como tal debe ser abordado. De todos modos, el nombre es menos importante que el fenómeno.
Según encuestas importantes, más de la cuarta parte de la población mundial alberga prejuicios antijudíos, e Israel es el país que más despierta asociaciones negativas, aun detrás de Corea del Norte e Irán. Hoy en día, de acuerdo con el FBI, los judíos son por lejos el blanco más frecuente de ataques en EEUU, mucho más que las otras minorías combinadas.
Desde hace muchos siglos, los judíos vienen siendo acusados, en bloque, de muchas supuestas culpas. Por los nacionalistas de ser los generadores del comunismo; por los comunistas de regir el capitalismo. En general, el judeófobo escarnece sin pretensiones de racionalidad, y esgrime simultáneamente argumentos contradictorios ante los cuales el judío queda aparentemente indefenso. Se les reprocha por ostentosos, o por avaros. Por meterse en todos lados, o por recluirse en sí mismos. Cualquier cosa que el judío haga o diga sirve para avivar el resentimiento.
La judeofobia es un fenómeno singular, y como tal hemos de estudiarlo. No es una forma de la xenofobia, puesto que los judíos no son extranjeros en los países en los que viven. Tampoco son una raza ni se los ve diferentes a quienes los rodean, por lo que la judeofobia no constituiría un tipo de racismo.
De cualquier modo, no olvidemos que quienes portan estereotipos judeofóbicos, no son necesariamente judeófobos. La judeofobia se presenta en varios niveles, y el más tenue de ellos, el mero prejuicio nebuloso y abstracto, no alcanza para encajar en la definición de “odio”.
La autoridad clásica en la investigación de los prejuicios fue Gordon Allport, quien hace unos sesenta años estudió los odios más presentes: contra los negros y contra los judíos. Su investigación fue base de cientos miles de estudios posteriores. Allport no había reparado en que de sus propios hallazgos podía deducirse que el estereotipo judeofóbico es incomparable.
El define ocho aspectos hacen de la judeofobia un fenómeno singular. No hay odio más antiguo, más generalizado, más permanente, profundo, obsesivo, peligroso, quimérico y disponible que la judeofobia. En notable contraste con los otros odios de grupo, la judeofobia no necesita la presencia del objeto del odio. Mientras no se podría ser misógino si no hay mujeres, ni racista sin variedad de razas, ni xenófobo si no hay extranjeros, por el contrario, para sentir judeofobia, la ausencia de judíos reales a la vista es casi una ventaja, puesto que el estereotipo es alimentado, no por los hechos, sino por una larga historia.
La judeofobia habitualmente continúa por años, décadas e incluso siglos después de que los judíos han partido. El rey Eduardo I expulsó a los judíos de Inglaterra en 1290; su readmisión no se produjo hasta 1650. Es notable que Shakespeare moldeó su clásico Shylock, el judío de “El mercader de Venecia”. Es decir que después de tres siglos sin judíos, la audiencia que iba a burlarse de Shylock, todavía los despreciaba sin que hubiera entre los espectadores ni uno solo que hubiera conocido judíos en persona; tampoco los autores, ni sus padres, ni sus abuelos.
Según enseñara James Parkes: el prejuicio de grupo se refiere a algún suceso contemporáneo, aunque se lo interprete erróneamente. En contraste, la judeofobia no guarda relación con el mundo actual, y reposa sobre interpretaciones de acontecimientos remotos, una ficción alimentada por otras ficciones.
En suma, el fenómeno de la judeofobia es un reflejo de cómo los prejuicios y estereotipos pueden persistir y transformarse a lo largo del tiempo, incluso en ausencia de aquellos que son objeto del odio. Sin embargo, como Yehudim, también nos recuerda el poder de la fortaleza de identidad, de la educación, del derej eretz y la emuná que la gueulá shelemá llegará, estas, unidas a un profundo proceso de reflexión son herramientas para enfrentar el odio tan milenario como actual.
Los invitamos a platicar sobre este tema, entendiendo que en cada generación tenemos el potencial de acabar con este odio, trayendo la gueulá.
Recopilado y editado por Morá Kelly Bendahan, Directora de Estudios Generales Secundaria y Preparatoria
Basado en el curso del Dr. Gustavo Perednik.